miércoles, 27 de febrero de 2013

LA SOFISTICADA LOCOMOCIÓN DE ALGUNAS BACTERIAS

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La bacteria Myxococcus xanthus es un microorganismo estudiado frecuentemente, y conocido por tener una organización social compleja, en la que grupos de estas bacterias "cazan" juntas como manadas de lobos. A veces, decenas de miles de estas bacterias pueden coordinar sus movimientos, organizándose en una sola entidad llamada "cuerpo fructificante", que ayuda a asegurar su supervivencia. A pesar de toda esa capacidad de maniobra, el ritmo de su movimiento es muy lento. De hecho, es tan lento que la mayoría de los científicos se valen de la técnica fotográfica conocida como "time-lapse" para observarlas.


Bacterias Myxococcus. (Foto: UCLA)


En un nuevo estudio, un equipo de investigadores dirigido desde la Escuela Henry Samueli de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), ha ido en la dirección opuesta. Gerard Wong y sus colegas usaron fotografía de alta velocidad para captar los movimientos más sutiles de las Myxococcus y encontraron que las bacterias individuales no se mueven de forma homogénea y suave, sino discontinua, usando apéndices parecidos a tentáculos, que actúan a modo de cuerdas con garfio, permitiendo a las bacterias afianzarse en una superficie y arrastrarse por ella. De este modo, los microorganismos avanzan.
Además, un "pegamento" molecular producido por las bacterias para ayudarlas a adherirse a las superficies, también actúa como una especie de lubricante para su locomoción, que las ayuda a moverse al permitirles desplazarse de un modo más parecido al patinaje que al mero arrastre por un suelo áspero. Esto facilita que puedan organizarse en estructuras sociales rudimentarias, ya que el sendero de lubricante dejado por una bacteria puede ser aprovechado por otras, que procuran avanzar siguiendo a la primera.


Wenyuan Shi, del equipo de investigación, considera que la Myxococcus probablemente es la bacteria más compleja de la Tierra, debido en buena parte a sus conductas sociales y su singular habilidad para desplazarse. En muchos aspectos, esta bacteria es el mejor modelo de organismo para estudiar cómo en la historia de la evolución surgió la vida pluricelular a partir de la unicelular.
Conocer cómo las bacterias se mueven sobre una superficie y forman colonias puede ayudar a largo plazo a los investigadores a descubrir nuevas formas de combatir microbios perjudiciales.
En la investigación también han trabajado Wei Hu de la UCLA, y Karin A. Dahmen de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos.

NUEVOS MÉTODOS ESTADÍSTICOS PERMITEN ESTIMAR LA ALTURA DE HOMÍNIDOS A PARTIR DE HUESOS DEL PIE

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Para conocer la altura de un homínido, cuyos restos a menudo aparecen en un yacimiento arqueológico, los científicos suelen medir huesos largos como el fémur y, a partir de ahí, realizan estimaciones. El cálculo se complica si este tipo de hueso no se encuentra entre los fósiles, está fracturado o incompleto, algo que ocurre con frecuencia. Una forma de sortear el problema es utilizar determinados huesos del pie para calcular las estaturas. Ahora, un equipo de investigadores de varias instituciones españolas ha sumado precisión al método, al incorporar por primera vez técnicas estadísticas robustas, tal y como se recoge en la revista Forensic Science International.


Las fórmulas se han usado para estimar la estatura del 'Homo Antecessor'. (Ilustración: Kennis & Kennis)



“Lo más novedoso del trabajo es que es el primero que utiliza métodos estadísticos robustos para este tipo de estimaciones”, explica Alfonso García-Pérez, investigador del departamento de Estadística, Investigación Operativa y Cálculo Numérico de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y uno de los autores del estudio.
La estadística robusta es una parte de la estadística que permite obtener conclusiones en base a unos datos entre los que podría existir alguno irregular. Con esta técnica, “las estimaciones son menos sensibles a la posible presencia de datos anómalos en las observaciones de los huesos utilizados, algo habitual si en la excavación se han encontrado dañados o si falta algún fragmento”, apunta el matemático.


El equipo de científicos, formado por un investigadores del Centro Mixto de Investigación sobre Evolución y Comportamiento Humanos (UCM-ISCIII), la Universidad Complutense de Madrid, la UNED, la Universidad de Alcalá de Henares, el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), la Universidad Rovira i Virgilli y la Universidad de Cambridge (Reino Unido), analizó un total de 564 huesos de pie de 94 individuos.
Los esqueletos pertenecían a 48 hombres y 46 mujeres, euroamericanos y afroamericanos que nacieron entre 1825 y 1910 y murieron con edades comprendidas entre los 17 y los 50 años. Los restos permanecían en el Museo de Historia Natural de Cleveland (Estados Unidos). Los datos se dividieron en grupos, por sexo y raza, “porque así se obtienen fórmulas que permiten hacer mejores predicciones para cada uno de ellos”, indica García-Pérez.
Los resultados sugieren que los mejores huesos para estimar la estatura son el primero y el segundo metatarso, el astrágalo y el calcáneo. Además, la combinación de un hueso del tarso y otro del metatarso mejora significativamente la precisión de la estatura estimada, según la información de la UNED recogida por DiCYT.
La validez del método ha convencido a los paleontólogos, y algunos ya lo han empezado a usar en sus excavaciones. “Las fórmulas del estudio se han utilizado para estimar la estatura del Homo Antecessor a partir de restos de este homínido encontrados en el nivel TD6 de Gran Dolina, en el yacimiento de Atapuerca”, confirma el matemático de la UNED.
El cálculo se publicó el pasado mes de octubre en la revista Journal of Human Evolution, en una investigación dirigida por el Centro Mixto de Investigación sobre Evolución y Comportamiento Humanos. (Fuente: CGP/DICYT).

lunes, 25 de febrero de 2013

LEDs MÁS EFICIENTES GRACIAS A LAS LUCIÉRNAGAS

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El brillo nocturno de las luciérnagas ha inspirado a un equipo de científicos para afrontar de manera imaginativa una modificación a un diodo emisor de luz (LED) a fin de dotarle de una eficiencia mucho mayor que la del modelo original de LED.


Un LED de nitruro de galio, o GaN, recubierto con una capa cuya estructura emula la de las escamas de las luciérnagas analizadas. (Foto: Nicolas André)


Los investigadores, de Bélgica, Francia, y Canadá, estudiaron la estructura interna de los órganos del abdomen bioluminiscente de las luciérnagas, que éstas hacen brillar para atraer a sus parejas potenciales para el apareamiento.
El equipo de Annick Bay y Jean Pol Vigneron, de la Universidad de Namur en Bélgica, identificó un patrón inesperado de escamas que refuerzan la luz de las luciérnagas, y aplicó este conocimiento al diseño del nuevo LED, para crearle un recubrimiento que imita esa estructura natural de las luciérnagas.
El recubrimiento, que aumentó la extracción de luz del LED en un 55 por ciento, podría ser adaptado fácilmente al diseño de los diodos existentes para contribuir a una iluminación artificial con menor consumo de electricidad.

Uno de los aspectos más importantes de este trabajo de investigación y desarrollo es que muestra cuánto podemos aprender observando cuidadosamente la naturaleza, tal como subraya la investigadora Annick Bay, de la Universidad de Namur en Bélgica, especializada en el estudio de las estructuras fotónicas naturales, incluyendo las escamas de ciertos escarabajos y las alas de algunas mariposas.
Las luciérnagas generan la luz a través de una reacción química que tiene lugar en las células especializadas llamadas fotocitos. La luz se emite a través de la cutícula del insecto, pero una parte de ella puede finalmente no llegar a salir al exterior. Sin embargo, la geometría única de la superficie de las cutículas de algunas luciérnagas puede ayudar a minimizar esa pérdida de luz, lo que significa una mayor emisión de luz, más capaz de alcanzar los ojos de otras luciérnagas potencialmente dispuestas a aparearse con la que emite la luz.

sábado, 23 de febrero de 2013

INVESTIGAN EL CLIMA DEL PASADO EN LA FORMACIÓN DE ESTALACTITAS Y ESTALAGMITAS

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La investigadora del Proyecto Atapuerca Virginia Martínez Pillado ha obtenido la Ayuda Fundación Repsol de la Fundación Atapuerca correspondiente a 2013, con la que podrá avanzar en el tema que centra su tesis doctoral, el estudio del clima del pasado en la formación de los denominados espeleotemas, las estalactitas y las estalagmitas. La investigación, dirigida por Arantza Aranburu, se está desarrollando en las cuevas que forman el llamado Sistema Kárstico de Cueva Mayor. Como detalla la investigadora, a lo largo de millones de años “estas cavidades han sido testigo de la evolución del relieve y del paisaje exterior, conservando en su interior pequeños vestigios del pasado, como son los espeleotemas”.


Los espeleotemas son los tesoros más valiosos que las cuevas albergan para obtener información sobre los cambios en el clima y en el medio ambiente del pasado. (Foto: DICYT)


Según señala, más allá de la belleza externa de estas formaciones, se tratan de “testigos mudos de las transformaciones de nuestro mundo”. “Si logramos desentrañar su historia y comprender cómo se han formado, descubriremos que nos hablan de tiempos pasados en los que la Tierra era diferente a como la conocemos. Nos hablan de tiempos fríos, glaciares y tormentas, y nos hablan también de épocas cálidas y tropicales”, asegura. Además, agrega, también ofrecen información de otros humanos “con los que convivieron hace miles de años y que dejaron su huella en ellas”. 
En este marco, la labor de la investigadora consiste “en aprender su lenguaje y traducir sus palabras, dando así a conocer cómo era el clima en las épocas remotas en las que nuestros antepasados más antiguos habitaban la Sierra de Atapuerca”. Esta disciplina, denominada paleoclimatología, utiliza como “registros naturales” no solo los espeleotemas, sino también los núcleos de hielo de los glaciares, los anillos de crecimiento de los árboles, los corales o los registros de polen fósil. 
En cuanto a la formación de los espeleotemas, estalactitas y estalagmitas, Martínez Pillado recuerda que se producen generalmente en el interior de cuevas de roca caliza que están prácticamente cerradas al exterior. Cada una de sus morfologías está ligada a un proceso de formación diferente que da una idea básica “de cómo ha comenzado su crecimiento dentro de la cueva”.


“Todas ellas necesitan aportes de agua desde el exterior para formarse, agua que reciben de la lluvia. Las gotas de lluvia, al caer al suelo, se filtran a través de grietas y fisuras del terreno y van recogiendo en disolución diversos elementos y minerales (generalmente calcita y aragonito) hasta llegar a la cueva. Allí, se produce un proceso de desgasificación de las gotas por el cual los minerales que había en disolución van cristalizando (o mejor dicho, precipitando). Con el paso del tiempo, desde unos pocos años hasta cientos de miles, y gota tras gota, van creciendo estos cristales llegando a formar los espeleotemas que conocemos”, explica la investigadora en el pasado número del Periódico de Atapuerca, al que ha tenido acceso DiCYT. 
En este sentido, apunta, la cantidad de minerales que pueda disolver la gota de lluvia a su paso por el suelo depende de la cobertera vegetal que exista por encima de la cueva, así como de la temperatura, lo que condiciona el tipo de cristal de cada capa y su grosor. “Analizando cada etapa de cristalización dentro del espeleotema podremos saber si en el exterior había un clima más cálido o más frío. Asimismo, según la cantidad de lluvias que haya en ese periodo, observaremos una diferente velocidad de crecimiento de los cristales. Así, si encontramos cristales de gran tamaño supondremos que llovía con mayor frecuencia que si encontramos cristales más pequeños”, agrega. 
Al margen del estudio de estos cristales, se puede realizar un análisis de los elementos químicos que estaban presentes en las gotas de agua “a partir de los isótopos estables de oxígeno y de carbono”, a través de los cuales es posible deducir “a qué temperatura se formaron los cristales”. “Como la temperatura en el interior de una cueva es igual a la temperatura media del exterior, el estudio isotópico de los espeleotemas nos informa de las características del clima en épocas remotas”, añade. 
Finalmente, en cuanto a la ubicación de todos estos resultados en el tiempo, la investigadora señala que disponen de una herramienta de datación “de gran precisión”, un método de desintegración radioactiva del uranio. “Los átomos de uranio, con el tiempo, se van descomponiendo y se van convirtiendo en otros isótopos y en átomos “hijos” de torio, de manera que podemos relacionar cada etapa de crecimiento y su química correspondiente, y por tanto cada pequeña variación climática, con una edad muy concreta”, concluye.
En cuanto a la obtención de la Ayuda Fundación Repsol de la Fundación Atapuerca, Martínez Pillado asegura que contar con una beca o un contrato de investigación en la actualidad “es una ventaja al alcance de muy pocos, debido a la poca inversión en ciencia que se está realizando en el país”. (Fuente: CGP/DICYT)

jueves, 21 de febrero de 2013

¿LOS ANIMALES CRIADOS POR HUMANOS SE VUELVEN MÁS INTELIGENTES QUE LOS SALVAJES?

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Es difícil definir la inteligencia, pero en lo que se refiere a la forma humana de entenderla, parece que algunos animales, si son criados en un entorno humano, tienden a obtener mejores resultados a la hora de resolver ciertos problemas.


Una hiena intentando abrir la jaula con comida. (Foto: Cortesía de la Universidad Estatal de Michigan)



Históricamente, para comprobar el grado de habilidad de los animales para resolver nuevos problemas, se han utilizado animales en cautiverio. Sólo recientemente se ha hecho un cambio de estrategia en la comunidad científica al ejecutar estas pruebas en animales dentro de su hábitat natural. En un nuevo estudio, se ha descubierto que hay diferencias notables en la habilidad para solucionar ciertos problemas entre las hienas manchadas cautivas y las salvajes.
Aplicar a toda una especie las lecciones aprendidas de la conducta de animales cautivos es potencialmente problemático porque esos individuos en cautiverio pueden no retratar con precisión cómo responden los animales salvajes a los nuevos desafíos, tal como razona Sarah Benson-Amram, del equipo de investigación y zoóloga de la Universidad Estatal de Michigan (quien ahora está en la Universidad de St. Andrews en Escocia).
Hay que tener cuidado al interpretar los resultados obtenidos de los animales cautivos porque puede que haya diferencias considerables entre cómo se comportan los animales en cautiverio y cómo lo hacen en libertad. Un animal que, bien alimentado y cuidado en su espacio de un laboratorio, resuelve con éxito ciertos problemas para los que se necesita destreza mental, quizá no lo habría conseguido si hubiera estado sometido a las duras condiciones de la vida salvaje, o lo que es más, quizá ni siquiera habría intentado resolver el problema o uno similar, dándose por vencido antes de tiempo, y escogiendo dedicar su tiempo y esfuerzos a otros asuntos de los que puede ocuparse en su vida en libertad pero no cuando está cautivo.
El equipo de Benson-Amram presentó a hienas manchadas, tanto salvajes como cautivas, un mismo problema que era nuevo para todas ellas: una jaula de acero que contenía carne, siendo necesario abrirla para poder apoderarse de la comida.
Estos experimentos demostraron que las hienas cautivas estaban mucho mejor preparadas para abrir la jaula y obtener el alimento encerrado en ella, que sus congéneres salvajes. Las hienas cautivas también le tenían menos miedo a la jaula que custodiaba la carne (probablemente por estar acostumbradas a los objetos y construcciones de fabricación humana), y fueron también más creativas que las salvajes, al probar muchas más tácticas distintas para abrir la jaula de la carne.
No parece, sin embargo, que estas diferencias sean el resultado de que las hienas cautivas tengan más tiempo o energía.
En la investigación, también han participado la zoóloga Kay Holekamp de la Universidad Estatal de Michigan, y Mary Weldele de la Universidad de California en Berkeley.

miércoles, 20 de febrero de 2013

EL INESPERADO OLFATO AGUDO DE ALGUNOS VEGETALES

noticiasdelaciencia.com

En los últimos años, se ha vuelto cada vez más evidente que los vegetales son sensibles a los olores. Pero todos los ejemplos anteriores de esto eran entre plantas. Por ejemplo, un caso típico de ello es el de una planta que es dañada por el ataque de insectos herbívoros, lo que provoca que desprenda un olor que las plantas vecinas perciben e interpretan correctamente. Esos vegetales movilizan sus defensas en anticipación al ataque de insectos que quizá sufran, guiándose por lo que huelen que le está sucediendo a su vecino.


Bastantes vegetales son claramente perceptibles por su olor, pero algunos también perciben el de ciertos animales. (Foto: Amazings / NCYT / MMA)


Sin embargo, los resultados de un nuevo estudio sugieren que algunas plantas, quizá muchas, a veces pueden ser capaces de oler a los insectos directamente.
Los machos de una especie común de mosca se posan en las hojas superiores de las plantas de solidago y emiten una mezcla de sustancias químicas que puede actuar como aroma atrayente para las hembras, que aparecen luego por allí. Después de que una hembra se ha apareado con el macho, deposita sus huevos en el tallo de la planta.
En un estudio de campo, el equipo del entomólogo Mark Mescher, de la Universidad Estatal de Pensilvania en Estados Unidos, expuso algunas plantas al olor de la mosca macho y luego contó la cantidad de plantas expuestas y no expuestas a dicho olor sobre las cuales las hembras pusieron sus huevos. Para identificar los vegetales donde se habían depositado huevos, el equipo se basó en las marcas distintivas que se producen cuando las hembras perforan el tallo para poner sus huevos dentro.
Los investigadores encontraron que las hembras fueron notablemente menos propensas a poner huevos en plantas expuestas al olor emitido por los machos, y cerca de cuatro veces más propensas a poner huevos en plantas de un grupo de control que no fueron expuestas a ese olor.
Otros herbívoros, como por ejemplo escarabajos, también causaron un grado ostensiblemente menor de estragos en las plantas de solidago expuestas al olor de la mosca, en comparación a los que perpetraron en los vegetales del grupo de control, tanto en experimentos de campo como de laboratorio.
Todo apunta, por tanto, a que las plantas de solidago perciben ese olor de la mosca que sirve de atrayente sexual para las hembras, y que cuando lo captan reconocen que el peligro está cerca, y preparan defensas químicas que las hacen menos atractivas para las hembras, las cuales dañan a las plantas cuando depositan huevos en ellas.
El mecanismo defensivo de este vegetal parece también volverlo menos apetitoso para otros insectos que podrían alimentarse de él.
En la investigación también han trabajado Anjel Helms, Consuelo De Moraes, y John Tooker.

lunes, 18 de febrero de 2013

DESCUBREN EN CÁDIZ UN GÉNERO DE INSECTO QUE SE CREÍA EXTINGUIDO EN EUROPA

agenciasinc.es

Un grupo de científicos de la Universidad Pablo de Olavide ha identificado un nuevo género de tricópteros, orden de insectos emparentados con los lepidópteros (tales como la mariposa o las polillas), considerado extinguido hasta el momento en el continente europeo.

Vista dorsal de la cabeza de N.(P.) gaditana. / UPO.

Investigadores de la Universidad Pablo de Olavide han descubierto un nuevo género, que han denominado Nyctiophylax (Paranyctiophylax) gaditana, perteneciente al grupo de los tricópteros, cuya presencia en el continente era conocida hasta ahora solo por fósiles del Terciario conservados en ámbar. Los resultados de este hallazgo se publican en el último número de la revista Freshwater Science
El descubrimiento se llevó a cabo en el Parque Natural “Los Alcornocales” de Cádiz y supone el primer registro de un espécimen vivo de este género de insecto en Europa, cuya presencia en la región paleártica occidental ha llegado a nuestros días gracias a unos fósiles conservados en ámbar.
“Se trata de un hallazgo único que añade un nuevo género de insecto a la fauna europea actual, y del que sólo tenemos noticias gracias a los fósiles del Terciario conservados en el Báltico”, coinciden en afirmar los autores del estudio Antonio Ruiz, Joaquín Márquez y Manuel Ferreras.
Las peculiares características del Parque Natural “Los Alcornocales”, con un dosel forestal en el que viven algunas poblaciones de árboles relictos de la era cenozoica, ha servido de entorno propicio para conservar a N. (P.) gaditana. Un insecto que, según señalan los investigadores, cuenta con una distribución muy localizada y con unas condiciones muy particulares, lo que sugiere una gran sensibilidad a las alteraciones de su hábitat acuático.

Localizada en un pequeño arroyo

En este sentido, la especie descrita se ha localizado en un pequeño arroyo de la vertiente sur de la sierra de Ojén, en la parte más meridional del parque natural gaditano. En concreto, se ha hallado un ejemplar de N. (P.) gaditana en estado III o IV de la fase larvaria y dos machos adultos capturados con trampas de luz.
Los caracteres de la nueva especie, descritas en el trabajo, parecen relacionarla con dos especies conocidas exclusivamente del sudeste asiático. No obstante, estos investigadores considera que un futuro estudio filogenético podría poner de manifiesto una relación estrecha con especies africanas, debido a las vicisitudes climáticas acontecidas en el pasado y a la proximidad geográfica.
Este es el segundo hallazgo importante realizado por estos científicos en el Parque Natural “Los Alcornocales”, cuyos cursos acuáticos han sido objeto de prospecciones sistemáticas durante más de diez años. En concreto, el profesor de la Pablo de Olavide Antonio Ruiz identificó en 2001 otra especie de tricópteros nueva para la ciencia: Allogamus gibraltaricus. “Estos hallazgos ponen de manifiesto la importancia de las sierras del sur de España para la entomofauna acuática europea”, concluyen estos científicos.

Referencia bibliográfica:

Antonio Ruiz-García, Joaquín Márquez-Rodríguez and Manuel Ferreras-Romero. “Discovery of Nyctiophylax (Trichoptera:Polycentropodidae) in Europe, with the description of a new species”. Freshwater Science 32(1):169-175. 2013. doi: http://dx.doi.org/10.1899/12-014.1

domingo, 17 de febrero de 2013

LA BIODIVERSIDAD ELEVA LA SALUD ENTRE ANIMALES

ecoticias.com

Cuanto más rica es la variedad de especies de anfibios que viven en un estanque mayor es la protección para cada comunidad de ranas, sapos y salamandras contra una infección parasitaria que puede causar deformidades severas, incluyendo el crecimiento de las patas adicionales, según un nuevo estudio realizado por la Universidad de Colorado Boulder (Estados Unidos).




Los resultados, publicados este jueves en la revista 'Nature', apoyan la idea de que una mayor biodiversidad en los ecosistemas de mayor envergadura, como los bosques o pastizales, también puede proporcionar más protección contra las enfermedades, incluidas las que atacan a los humanos. Así, un mayor número de especies de mamíferos en un área puede frenar los casos de la enfermedad de Lyme, mientras que una elevada variedad de especies de aves hace de barrera para la propagación del virus del Nilo Occidental.
Los investigadores se han esforzado por diseñar estudios integrales que iluminen sobre la posible conexión entre la transmisión de la enfermedad y el número de especies que viven en los ecosistemas complejos, pero parte del problema era simplemente el enorme número de organismos que se necesitan para tomar muestras y las vastas áreas sobre las que esos organismos vagan.
El nuevo estudio de la Universidad de Colorado supera este problema mediante el estudio de pequeñas y más fáciles muestras de ecosistemas. Pieter Johnson, profesor asistente del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva y autor principal del estudio y su equipo visitaron cientos de estanques en California, grabando los tipos de anfibios que viven allí, así como el número de caracoles infectados por el patógeno ondatrae Ribeiroia.
"Mediante la recopilación de datos de cientos de estanques y miles de huéspedes de anfibios, nuestro equipo fue capaz de proporcionar una prueba rigurosa de la hipótesis, que tiene importancia para una amplia gama de sistemas", explicó Johnson.
El equipo reforzó sus observaciones sobre el terreno, tanto con pruebas de laboratorio diseñadas para medir cómo de propensa a la infección era cada especie de anfibio y mediante la creación de réplicas del estanque exterior con grandes tinas de plástico repletas de renacuajos que fueron expuestos a un número conocido de parásitos. Todos los experimentos llevaron a la misma conclusión: una mayor reducción de la biodiversidad incidió en el éxito de las infecciones de anfibios y el número de ranas deformes.
Los investigadores analizaron durante tres años 345 humedales y malformaciones, que incluyen patas traseras perdidas, deformes o adicionales, causadas por infecciones parasitarias en 24.215 anfibios y catalogaron 17.516 caracoles, lo que les llevó a detectar que los estanques con media docena de especies de anfibios tuvieron una reducción del 78 por ciento en la transmisión del parásito en comparación con estanques con una sola especie de anfibios. También llevaron a cabo experimentos en el laboratorio y al aire libre con 40 estanques artificiales, cada uno equipado con 60 anfibios y 5.000 parásitos.
La razón de la disminución en las infecciones parasitarias a medida que aumenta la biodiversidad está probablemente relacionada con el hecho de que los estanques agregan especies de anfibios en un patrón predecible, con la primera especie que parece ser la más propensa a la infección y la segunda que tiende a ser menos propensa.
El equipo de investigación encontró que en un estanque con un solo tipo de anfibio, el anfibio era casi siempre la rana coro Pacífico, una criatura que es capaz de reproducirse rápidamente y colonizar los hábitats de humedales, además de que también es especialmente vulnerable a la infección y parásitos que inducen deformidades.
Por otra parte, la salamandra tigre de California era típicamente una de las últimas especies en ser agregadas a una comunidad del estanque y también una de las más resistentes a la infección parasitaria. Por lo tanto, en un estanque con una mayor biodiversidad, los parásitos tienen una mayor probabilidad de encontrar un anfibio que es resistente a la infección y reducir la tasa de éxito global de transmisión entre caracoles infectados y anfibios.
Este mismo patrón de que las comunidades menos diversas están formadas por especies que son más susceptibles a la infección de la enfermedad también puede jugar en los ecosistemas más complejos porque las especies que se dispersan rápidamente a través de los ecosistemas parece que compensan su capacidad de repdroducción con la de desarrollar resistencia a las enfermedades.
"Esta investigación llega a la sorprendente conclusión de que todo el conjunto de especies en una comunidad afecta a la susceptibilidad a la enfermedad. La biodiversidad importa", destacó Doug Levey, director del programa en la División de la Fundación Nacional de Ciencia de Biología Ambiental, que ayudó a financiar la investigación.
"Nuestros resultados indican que una mayor diversidad reduce el éxito de los agentes patógenos --concluye Johnson--. No obstante, si la presión de infección es alta, por ejemplo, en un año con alta abundancia de vectores, todavía habrá un riesgo significativo de enfermedad, por lo que la biodiversidad simplemente funcionará para amortiguar el éxito de la transmisión".

sábado, 16 de febrero de 2013

LAS HORMIGAS PODRÍAN AYUDAR A RESOLVER PROBLEMAS DE TRÁNSITO EN SOCIEDADES HUMANAS


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Las hormigas cortadoras de hojas son un buen modelo de estudio de problemas de tránsito porque construyen caminos similares a las carreteras humanas, y forman sociedades densas en donde miles de hormigas deben ir y regresar por ellos. En consecuencia, estos insectos poseen las mismas dificultades de desplazamiento que existen en nuestras sociedades, señaló a la Agencia CyTA el doctor Alejandro G. Farji-Brener, del Laboratorio Ecotono del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medio Ambiente de la Universidad Nacional del Comahue, dependiente del CONICET (Argentina).


El diseño de senderos de forrajeo en nidos de hormigas cortadoras de hojas es similar al diseño de caminos en las sociedades humanas, bifurcaciones en un camino de paseo suburbano. (Foto: Agencia CyTA-Instituto Leloir)


Las hormigas cortadoras de hojas experimentan choques y embotellamientos. Y también diseñan senderos de forrajeo lo más efectivos posibles para procurar su alimento, indicó Farji-Brener en un artículo escrito en el Boletín de la Sociedad Entomológica Argentina. Como toda sociedad con muchos individuos que deben moverse hacia y desde donde se encuentra el alimento, las hormigas cortadoras poseen problemas de tránsito similares a los que experimentan los humanos en grandes ciudades.
Uno de los problemas puede surgir debido a las hormigas que transitan muy lentamente por transportar cargas vegetales de gran tamaño. Estas hormigas, llamadas “camioneras”, llegan a reducir hasta un 50 por ciento la velocidad de las hormigas cargadas que van detrás. En este contexto el inter-juego de “decisiones” individuales y colectivas impulsa a que esas hormigas lleven cargas menores a su capacidad para no disminuir la velocidad de todo el grupo. Esta observación forma parte de un trabajo de Farji-Brener y colegas que fue publicado en Physiological Entomology y comentado en el Journal of Experimental Biology como uno de los más interesantes del año 2011.
Otro incidente frecuente son los choques, aunque sus consecuencias no siempre son negativas. De acuerdo al investigador, en los choques hay intercambio de información entre hormigas cargadas y descargadas que favorece la ubicación de recursos altamente preferidos. “Hormigas descargadas que chocaban con aquellas que transportaban un recurso apetecible (en nuestro experimento, hojuelas de cereal azucaradas) encontraban con más frecuencia la ubicación del cereal comparadas con aquellas hormigas descargadas que no habían chocado”, puntualizó.
En este contexto, el científico resalta que el diseño de senderos para facilitar el transporte y la organización del flujo es crucial en las sociedades densas como las formadas por los humanos y algunos insectos sociales. “Pero a diferencia de las sociedades humanas, en donde generalmente prima el interés individual, entre los insectos el comportamiento de los organismos es modelado principalmente por el beneficio obtenido por la colonia”, dijo.
Por ejemplo, si encuentran un recurso de alta calidad en las primeras etapas del forrajeo, las hormigas cortadoras de hojas transportan cargas más livianas que las que pueden cargar para regresar más rápido a la colonia y transferir información sobre la fuente de alimentos.
Para Farji-Brener y sus colegas, el estudio del comportamiento de hormigas podría servir de modelo para mejorar el diseño de caminos y mejorar su uso en sociedades humanas, ya sean rutas de acceso a recursos o vías de escape ante situaciones de pánico. (Fuente: Agencia CyTA-Instituto Leloir).

jueves, 14 de febrero de 2013

POR QUÉ LAS BACTERIAS SON CADA VEZ MÁS RESISTENTES A LOS ANTIBIÓTICOS

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Un investigador de la Universidad de Granada, en España, ha formulado una nueva hipótesis que podría revolucionar la industria farmacéutica: ¿por qué las bacterias son cada vez más resistentes a los antibióticos? Su trabajo ha determinado que el uso de antibióticos puede provocar, incluso, que bacterias que no eran resistentes adquieran dicha resistencia porque captan el ADN de otras que sí lo son.


Placa Petri con colonias de bacterias creciendo en un sustrato azaroso. (Foto: UGR)


Mohammed Bakkali, experto de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada (UGR), sostiene que el abuso que hacemos de los antibióticos “obliga” a las bacterias a captar ADN de otras bacterias que sí son resistentes a ellos, ya que la presencia de antibióticos las somete a un enorme estrés.
“De este modo, las bacterias que no eran resistentes se convierten en resistentes de forma completamente accidental al ingerir este ADN, e incluso pueden hacerse mucho más virulentas, en parte debido al estrés al que las sometemos cuando abusamos del uso de los antibióticos”, apunta el investigador.
Desde hace décadas, científicos de todo el mundo investigan cuándo, cómo y por qué las bacterias captan ADN de otras bacterias resistentes a los antibióticos, haciéndose así resistentes también.
Mientras que las respuestas al cuándo captan el ADN (en situaciones desfavorables o estresantes) y al cómo es el aparato que las bacterias usan para captarlo están claras, hasta la fecha “nadie ha determinado la razón que lleva a las bacterias a ingerir ese material genético”, apunta Bakkali en un trabajo publicado en el último número de la revista Archives of Microbiology.


En condiciones normales, una bacteria podría tener mucho que perder si ‘decide’ captar ADN, ya que no dispone de un ‘lector’ que le permita captar solo las moléculas que le son útiles y lo más probable es que este ADN le sea dañino, e incluso letal.
En su artículo, Bakkali argumenta que, en realidad, las bacterias no buscan ADN para captar (parecen no ‘querer’ ese ADN, ya que están continuamente degradándolo, es decir, rompiéndolo) y que dicha captación es un evento fortuito y sub-producto de un tipo de motilidad bacteriana que forma parte de su respuesta al estrés al cual la bacteria puede verse sometida.
Por lo tanto, el uso indiscriminado de antibióticos que hacemos en la actualidad “no solamente selecciona las bacterias resistentes, sino que también hace que las bacterias capten más ADN, debido al aumento de su motilidad en respuesta al estrés que les impone el antibiótico”.
El resultado es que el estrés impuesto por el propio antibiótico induce la captación de material genético que puede conferir resistencia al antibiótico por parte de bacterias que de otra forma no iban a captar ese ADN ni hacerse resistentes al antibiótico. Además, dicho efecto se ve potenciado por su inespecificidad, ya que ocurre tanto en el patógeno diana como en otras bacterias. 
El investigador afirma que, cuando una bacteria capta ADN procedente de otra que era resistente a un antibiótico (y que pudo morir debido a otro factor ambiental), la bacteria que lo capta consigue resistencia a ese antibiótico. “De esta forma las bacterias pueden ir añadiendo arsenal de resistencia a antibióticos y terminar resistentes a una amplia gama de estos, como es el caso de la cepa multi-resistente de un estafilococo, llamado Staphylococcus aurius, que causa estragos en muchos quirófanos”. (Fuente: UGR)

miércoles, 13 de febrero de 2013

LA CAUSA DE LAS DIFERENCIAS DE DOMESTICACIÓN ENTRE EL PERRO Y EL LOBO

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Los perros y los lobos son genéticamente tan similares, que para los biólogos ha resultado difícil comprender por qué los lobos permanecen ferozmente salvajes, mientras que los perros pueden convertirse con facilidad en el "mejor amigo del hombre".


Cachorro de lobo. (Foto: UMass Amherst)


Ahora, los resultados de una nueva investigación sugieren que estas conductas distintas están relacionadas con las primeras experiencias sensoriales de estos animales y con su período crítico de socialización.
Hasta ahora, se sabía muy poco sobre el desarrollo sensorial en los cachorros de lobo, y era común que se extrapolaran ideas sobre ellos a partir de lo que se sabe de los perros.
Para iluminar esta área oscura del conocimiento, la bióloga evolutiva Kathryn Lord, de la Universidad de Massachusetts en Amherst, Estados Unidos, estudió las reacciones de 7 cachorros de lobo y 43 de perro ante olores, sonidos e imágenes, tanto los que les resultaban nuevos como los que ya conocían, y evaluó a los animales semanalmente. Constató que unos y otros desarrollan sus sentidos al mismo tiempo. Sin embargo, su estudio también ha revelado datos nuevos y cruciales sobre cómo estas dos subespecies de Canis lupus experimentan la percepción de estímulos de su entorno durante una ventana de desarrollo de cuatro semanas conocida como período crítico de socialización, y los nuevos hallazgos pueden cambiar significativamente lo que se sabía hasta ahora sobre el desarrollo en el lobo y en el perro.
Cuando la ventana de socialización está abierta, los cachorros de perro y de lobo empiezan a caminar y a explorar sin miedo, y durante toda su vida conservarán un sentimiento de familiaridad con las cosas con las que tengan contacto en este periodo. En esta fase, los perros domésticos pueden entrar en contacto con personas, caballos e incluso gatos, y sentirse cómodos con ellos para siempre. Pero a medida que avanza este período, el miedo aumenta y después de que se cierra esta ventana, las imágenes, sonidos u olores nuevos provocarán una respuesta de miedo y recelo, y en consecuencia el impulso del animal a defenderse por todos los medios, incluyendo atacar.


Mediante observaciones, Lord confirmó que tanto los cachorros de lobo como los de perro desarrollan el sentido del olfato a la edad de dos semanas, el del oído a las cuatro semanas, y el de la vista a las seis semanas, como promedio.
Sin embargo, estas dos subespecies entran en el período crítico de socialización a edades distintas. Los perros comienzan este período a las cuatro semanas de edad, mientras que los lobos lo hacen a las dos semanas de edad. Por tanto, cada especie experimenta el mundo durante ese transcendental mes de manera muy distinta, y esto probablemente conduce a caminos de desarrollo diferentes.
Lord ha comprobado también que, en contra de lo que suele creerse, los cachorros de lobo todavía son ciegos y sordos cuando empiezan a caminar y a explorar su entorno a la edad de dos semanas. Cuando los lobos comenzar a explorar, dado que son ciegos y sordos, se basan principalmente en el olfato en esta etapa.
Cuando los cachorros de lobo comienzan a escuchar, al principio sienten miedo de los sonidos nuevos, y cuando comienzan a ver también sienten miedo inicialmente de los nuevos estímulos visuales. A medida que cada sentido se activa, los cachorros de lobo experimentan una nueva ronda de impactos sensoriales que los cachorros de perro no experimentan.
Entretanto, los cachorros de perro sólo comienzan a explorar y a caminar después de que los tres sentidos, el olfato, el oído y la vista, están funcionando, lo cual les ahorra bastantes sustos.
En general, resulta bastante sorprendente cuán diferentes son los perros de los lobos a esa temprana edad, teniendo en cuenta lo cercanos que están genéticamente.
Lord argumenta que estas significativas diferencias en las experiencias asociadas al desarrollo que viven los cachorros de lobo y de perro los sitúan en caminos muy diferentes en lo que se refiere a la capacidad de formar lazos sociales con individuos de especies distintas, incluyendo, significativamente, al Ser Humano.

lunes, 11 de febrero de 2013

CRECE LA ATENCIÓN CIENTÍFICA AL SUBSUELO MARCIANO COMO DEPÓSITO BIOLÓGICO POTENCIAL

noticiasdelaciencia.com

Hasta la mitad de toda la vida en la Tierra consiste en microorganismos simples que viven ocultos en rocas del subsuelo, y desde hace algún tiempo los astrobiólogos barajan la idea de que el subsuelo marciano pudo tener en el pasado e incluso hoy en día un papel igual de importante. Ahora, esta teoría ha sido respaldada por las conclusiones de una nueva investigación, que sugieren que los ingredientes de la vida han estado presentes en el subsuelo marciano durante gran parte de la historia del Planeta Rojo.


Deanne Rogers. (Foto: Universidad de Stony Brook)


Cuando los meteoritos golpean la superficie de Marte, actúan como excavadoras naturales, sacando a la superficie piedras que estaban sepultadas a gran profundidad en el subsuelo. Investigaciones recientes han demostrado que muchas de las rocas procedentes del subsuelo marciano contienen arcillas y otros minerales cuya composición química ha sido alterada por el agua, elemento esencial para sostener la vida. Ahora parece estar claro que algunos cráteres profundos de Marte también actuaron como cuencas en las cuales las aguas subterráneas probablemente emergieron para producir lagos. La presencia en dichos cráteres de minerales de arcilla y carbonato, que ahora comienzan a ser reconocidos como tales, implicaría la acción del agua en algún periodo de su historia. Los fluidos que formaron estos minerales podrían por tanto aclarar si bajo la superficie marciana existió vida.
Una investigación realizada por el equipo de Deanne Rogers, profesora en el Departamento de Geociencias de la Universidad de Stony Brook en Nueva York, y Joseph Michalski, geólogo planetario en el Museo de Historia Natural de Londres, indica que los minerales procedentes del subsuelo marciano presentan indicios mucho más claros de un pasado marciano apto para la vida que los minerales que llevan mucho más tiempo en la superficie.
No sabemos cómo se formó la vida en la Tierra pero es posible que se originara en el subsuelo, protegida de las duras condiciones que existían en la superficie terrestre de aquellos tiempos remotos. Debido a la tectónica de placas, sin embargo, el registro geológico temprano de la Tierra es muy escaso, por lo que nunca sabremos qué procesos llevaron a la aparición de la vida y a su evolución inicial. No obstante, tal como argumenta Michalski, analizar las rocas del subsuelo marciano que denotan la antigua presencia de agua resulta más fácil, por estar el registro geológico marciano del pasado remoto mejor conservado que el de la Tierra en la época equivalente. Un análisis a fondo de esos minerales marcianos podría aportar datos extrapolables a la Tierra; en ese sentido sería como encontrar un fajo de páginas que han sido arrancadas del libro de la historia geológica de la Tierra.
Tanto si el registro geológico de Marte contiene huellas de vida como si no las alberga, lo cierto es que el análisis de estos tipos de rocas ofrecerá a la comunidad científica la mejor oportunidad de desvelar muchos de los entresijos de los primeros procesos geoquímicos que operaron en el sistema solar y que ayudaron a crear el escenario que permitió a por lo menos un planeta, la Tierra, forjar formas de vida.
Los nuevos análisis de datos reunidos por la Mars Odyssey y la Mars Global Surveyor han permitido detectar e identificar minerales que encajarían en ese escenario de un Marte con agua líquida en algunas zonas.
"Nuestro conocimiento de Marte está cambiando muy rápidamente con todos los nuevos datos", explica el profesor Rogers. "Varios modelos y observaciones recientes han señalado la posibilidad de una gran provisión de agua subterránea en el pasado marciano y tal vez en el presente".
Todo apunta, por tanto, a que la mejor vía para buscar indicios de vida en Marte es centrarse en áreas donde se formaron rocas sedimentarias a partir de fluidos del subsuelo. No parece imprescindible perforar la superficie para buscar huellas de vida antigua. Los autores del nuevo estudio creen que bastará analizar las rocas que han sido extraídas de manera natural hacia la superficie por el impacto de meteoritos, e investigar en cuencas profundas donde se sepa que fluidos del subsuelo alcanzaron la superficie. Los depósitos geológicos formados como resultado del afloramiento de agua subterránea en Marte podrían albergar las pruebas definitivas de una biosfera subterránea en Marte
En la investigación también han trabajado científicos de la NASA, la Universidad de Auburn en Alabama, Estados Unidos, y la Universidad de Aberdeen en el Reino Unido.

domingo, 10 de febrero de 2013

LA FLORA BACTERIANA DEL SER HUMANO HA CAMBIADO DRÁSTICAMENTE EN LOS ÚLTIMOS CIEN AÑOS

noticiasdelaciencia.com

Conocer los microbiomas de seres humanos de épocas anteriores puede aportar informaciones decisivas que permitan detectar cambios en la salud de la humanidad, como por ejemplo qué bacterias beneficiosas podrían haberse perdido a consecuencia del uso abundante de antibióticos y prácticas asépticas desde mediados del siglo XX.




El equipo de Cecil M. Lewis (hijo), profesor de antropología en la Universidad de Oklahoma en Estados Unidos y director del Laboratorio de Antropología Molecular de esa universidad, y Raul Tito, investigador también de la citada universidad, analizó datos de flora bacteriana obtenidos de muestras fecales de antiguos humanos recolectadas en tres yacimientos arqueológicos distintos en América, cada uno de más de 1.000 años de antigüedad. Además, el equipo realizó un nuevo análisis de datos publicados sobre dos muestras con un estado de conservación inusualmente bueno, procedentes de Otzi, el Hombre de los Hielos (fallecido alrededor del año 3300 a.C.), y un soldado que permaneció congelado durante 93 años en un glaciar.

Los resultados del estudio apoyan la hipótesis de que las floras bacterianas intestinales de humanos antiguos son más similares a las de los primates no humanos y a las de comunidades rurales no occidentales que a las de las personas que tienen un estilo de vida moderno en Estados Unidos y presumiblemente otros países similares. A partir de estos datos, el equipo llegó a la conclusión de que los últimos 100 años han sido un periodo de grandes cambios en la flora bacteriana intestinal de las personas de zonas cosmopolitas.
Los cambios en la dieta, así como la adopción generalizada de varias prácticas asépticas y el uso de antibióticos han beneficiado en gran medida a los humanos modernos, pero muchos estudios sugieren que ello ha tenido su costo, como por ejemplo un reciente aumento en el riesgo a contraer enfermedades autoinmunes y otros problemas de salud.

sábado, 9 de febrero de 2013

LA INQUIETANTE RELACIÓN ENTRE CONCENTRACIÓN ATMOSFÉRICA DE CO2 Y EL NIVEL DEL MAR

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Al comparar una serie temporal de concentraciones de CO2 atmosféricas reconstruida por métodos paleoclimáticos y que abarca los últimos 40 millones de años, con otra del mismo origen y periodo sobre la evolución del nivel del mar, un equipo de expertos ha encontrado que en el pasado las concentraciones de ese gas de efecto invernadero similares a las del presente (casi 400 partes por millón) estuvieron sistemáticamente asociadas con niveles del mar de al menos 9 metros por encima de los niveles actuales.

La atmósfera y el mar están muy conectados entre sí. (Foto: Paula Campbell, NOAA / NWS National Data Buoy Center)


En el estudio se determinó la altura del nivel del mar en condiciones de equilibrio "natural" para concentraciones de dióxido de carbono (CO2) que van desde los valores típicos de las eras glaciales con 180 partes por millón, hasta los valores máximos de las eras interglaciares (sin presencia de hielo) con más de 1.000 partes por millón.
Se tarda muchos siglos en alcanzar el estado de equilibrio. Por consiguiente, aunque el estudio no predice ningún valor del nivel del mar para el próximo siglo, sí ilustra qué valores de dicho nivel cabe esperar si el clima se estabiliza en un cierto nivel de CO2 durante varios siglos.
Un caso específico de mucho interés es cuando persisten durante siglos niveles de CO2 de entre 400 y 450 partes por millón, porque ese es el valor umbral que se desea no sobrepasar en las próximas décadas para evitar un calentamiento global superior a los dos grados centígrados.


El equipo de Eelco Rohling y Gavin Foster, del Centro Nacional Británico de Oceanografía, ha recopilado más de dos mil pares de puntos de datos de CO2 y puntos de datos de su correspondiente nivel del mar, que abarcan períodos críticos en los últimos 40 millones de años. Algunos se corresponden con climas más calurosos que el de hoy día, otros son similares, y algunos son más fríos. Los investigadores también incluyeron períodos durante los cuales las temperaturas globales estaban aumentando, así como períodos en los que iban disminuyendo.
De esta forma, los científicos cubrieron una amplia variedad de estados del clima, lo que les permitió descubrir las relaciones sistemáticas entre estas variables con un mayor grado de certidumbre.
Los cambios significativos en el nivel del mar tardan muchos siglos, o incluso milenios, en completarse, pero su relación con las concentraciones de CO2 atmosférico se ve bastante clara en el registro geológico: Para un clima futuro con un calentamiento máximo de aproximadamente dos grados centígrados y con una concentración de CO2 estabilizada entre 400 y 450 partes por millón, el nivel del mar subirá continuamente hasta los nueve metros de altura extra con respecto al nivel actual, o incluso más.
La pregunta de cuánto tiempo tomará ese proceso es más difícil de responder, aunque estudios previos indican que un ascenso como el descrito puede acontecer a la velocidad de un metro de elevación por cada siglo.
Basándose en los resultados de la nueva investigación, que documentan la manera en que la Tierra como sistema ha operado en el pasado, es improbable que una futura estabilización del CO2 en una concentración de entre 400 y 450 partes por millón sea suficiente para evitar una elevación significativa y sostenida del nivel del mar a largo plazo.
En el Reino Unido, el Centro Nacional de Oceanografía es la principal institución del país en lo que respecta a las investigaciones oceánicas, tanto en la costa como mar adentro. Ese centro se encarga de las actividades de los barcos científicos James Cook y Discovery, y desarrolla tecnologías para investigación oceánica.

viernes, 8 de febrero de 2013

LOS HUEVOS DE ESTORNINOS PERMITEN RASTREAR CONTAMINANTES EN TRES CONTINENTES

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Un estudio internacional en el que ha participado el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) demuestra cómo los huevos de estorninos son útiles para realizar un seguimiento de compuestos organohalogenados a escala mundial.


Estornino (Sturnus vulgaris). / Philip Heron


Hace 50 años de la publicación del libro de la bióloga estadounidense Rachel Carson Primavera Silenciosa en el que denunciaba los efectos nocivos en el medio ambiente del empleo masivo de pesticidas, particularmente el DDT, un plaguicida organoclorado de efectos letales. Actualmente, existe una reglamentación estricta sobre el uso de plaguicidas; sin embargo, la contaminación por compuestos organoclorados continúa siendo un problema debido a su carácter persistente y acumulativo, con efectos muy dañinos tanto en humanos como en el resto de los seres vivos.
Un equipo internacional liderado por investigadores de la Universidad de Amberes, y en el que han participado científicos del MNCN, ha analizado la presencia de compuestos organohalogenados en huevos de estorninos pinto y negro (Sturnus vulgaris y Sturnus unicolor) en tres continentes (Europa, Norteamérica y Australasia), para valorar la idoneidad de los estudios de seguimiento a gran escala. Sus resultados se han publicado en la revista Environment International.
El estudio demuestra que los huevos de estorninos pueden utilizarse como instrumento de seguimiento a escalas geográficas amplias.

También podrían ser adecuados en estudios prospectivos a largo plazo para examinar la evolución en el tiempo de los diferentes compuestos, aunque “en un futuro sería necesario ampliar el número de localidades muestreadas y el número de huevos por localidad, para eliminar el sesgo que pueden introducir la contaminación local y la variación individual, así como tener en cuenta el carácter residente o migrador de las poblaciones” señala el investigador del MNCN José Pablo Veiga.

Aves ideales para monitorizar

Los estorninos plantean muchas ventajas para la biomonitorización a escala continental por diversos motivos: son muy ubicuos; utilizan cajas anidaderas, lo que permite un muestreo fácil; ocupan una posición relativamente alta en la cadena trófica, ya que se alimentan de invertebrados del suelo, por lo que potencialmente pueden acumular dosis elevadas de compuestos organohalogenados.
Las concentraciones medias de bifenilos policlorados (PCB) en los huevos fueron muy variables: las más bajas se encontraron en Australia y las más elevadas en Estados Unidos, probablemente porque la mayor parte de las mezclas comerciales de PCB se producen y se usan en EE UU. En Europa las concentraciones más elevadas se han observado en localidades urbanas de Italia y Polonia.
En el caso de los éteres difenílicos polibromados (PBDE), las concentraciones halladas en Canadá son considerablemente superiores al resto de países, seguidas por Estados Unidos y Reino Unido.
Finalmente, para los insecticidas organoclorados (DDT) las concentraciones fueron muy bajas en Francia y muy elevadas en Nueva Zelanda, donde el DDT se usó de forma masiva entre 1950 y 1968 para controlar los insectos de los pastizales. En Europa las concentraciones más elevadas se encontraron en localidades de Polonia y Croacia, países de la antigua Europa del Este.
El perfil de estos compuestos estuvo dominado en todos los países por el isómero p, p’-DDE. Dado que el DDE es el mayor metabolito del DDT, su acumulación apunta al uso histórico de este pesticida, ya que en la mayoría de los países desarrollados lleva prohibido más de 25 años.
El trabajo concluye que los patrones geográficos de aparición de estos compuestos en los huevos reflejan los patrones de emisión y coinciden con los datos obtenidos en humanos y en muestras ambientales. Según José Pablo Veiga, “la posibilidad de manipular experimentalmente la concentración de estas sustancias en los huevos abre nuevas vías para el estudio de efectos ecológicamente relevantes en función del grado de contaminación”.

Referencia bibliográfica:

Eens, M. et al. 2013. Can starling eggs be useful as a biomonitoring tool to study organohalogenated contaminants on a worldwide scale? Environment International, 51: 141–149. Doi.org/10.1016/j.envint.2012.11.003.

jueves, 7 de febrero de 2013

PONEN CARA Y EDAD AL ANCESTRO COMÚN DE LOS MAMÍFEROS PLACENTARIOS

agenciasinc.es

Una pequeña criatura de cola peluda que vivió después de la extinción de los dinosaurios no aviares, en el límite del Cretácico y el Paleógeno, pudo ser el antepasado común de los mamíferos placentarios, según un estudio que publica la revista Science. Hasta ahora se creía que los primeros mamíferos de esta clase se originaron durante el Mesozoico.


Representación artística de un ancestro de los mamíferos placentarios. / Carl Buell


El momento de evolución y radiación de los primeros mamíferos placentarios, así como su antepasado común, es un tema de controversia. Ahora un estudio de varios centros de investigación estadounidenses y canadienses indica que, según las evidencias fósiles, los mamíferos placentarios surgieron después de la extinción masiva que tuvo lugar en el límite del Cretácico y el Paleógeno.
“El principal hallazgo de nuestro trabajo, que combina datos morfológicos y moleculares, es que aclara que los mamíferos placentarios no se originaron durante el Mesozoico, si no que surgieron rápidamente después de la extinción masiva ocurrida hace 66 millones de años, cuando aparece el primer ancestro de estos mamíferos –entre 200.000 y 400.000 años después de este evento–”, declara a SINC Paul Velazco, investigador del Museo Americano de Historia Natural (Nueva York) que es coautor del trabajo.

Según sus estimaciones, los linajes de los mamíferos de placenta emergieron y se diversificaron para llenar nichos ecológicos que quedaron vacantes tras la extinción de los dinosaurios no aviarios y otros grandes reptiles.
Estudios anteriores, que se basaban únicamente en la diversidad genética, sugerían que los linajes de mamíferos placentarios eran mucho más antiguos y que su diversificación estaba relacionada con la separación de los continentes antes del fin del Cretácico.
“Estas investigaciones usaban solo datos moleculares y databan la aparición de estos mamíferos aproximadamente hace unos 100 millones de años”, explica Velazco.
Sin embargo, este estudio ha analizado miles de características físicas a lo largo de una amplia variedad de especies mamíferas fósiles y vivas. Además, ha combinado estos resultados con secuencias moleculares, hasta crear un árbol genealógico que muestra cuándo surgieron estos mamíferos de placenta.
“En el estudio se usaron 40 especies de fósiles de diferente antigüedad, provenientes de diferentes partes del mundo”, apunta el investigador.

Un diminuto animal come insectos

Los científicos presentan en el artículo una reconstrucción de los rasgos físicos del ancestro común de los mamíferos placentarios, que muy probablemente se alimentaba de insectos, carecía de especialización para movimientos concretos, y pesaba entre seis y 245 gramos.
Los mamíferos placentarios son el grupo que engloba a la mayoría de los mamíferos –a excepción de los marsupiales y los mamíferos que ponen huevos–, tales como roedores, murciélagos, ballenas, elefantes, etc., incluidos los humanos.

Referencia bibliográfica:

Maureen A. O’Leary et al. “The Placental Mammal Ancestor and the Post–K-Pg Radiation of Placentals” Science 339, 8 de febrero de 2013.

miércoles, 6 de febrero de 2013

LOS ÚLTIMOS NEANDERTALES DEL SUR DE IBERIA NO COEXISTIERON CON LOS HUMANOS MODERNOS

agenciasinc.es

El paso por el sur de Iberia de los últimos neandertales es más antiguo de lo que se pensaba y se remonta a hace unos 45.000 años y no 30.000, como se estimaba hasta ahora. Investigadores de la UNED han participado en la nueva datación de las muestras de dos yacimientos del centro y sur peninsular. Estos datos anulan la teoría de que sapiens y neandertales coexistieran en la Iberia del Pleistoceno superior.


La investigación anula la teoría de que sapiens y neandertales coexistieran en la Iberia del Pleistoceno superior / Neanderthal Museum (Alemania).


En los últimos veinte años, la comunidad científica aceptaba la teoría de que los últimos neandertales –Homo neanderthalensis– seguían en el sur de Iberia en el momento en el que los humanos modernos –la especie Homo sapiens– se encontraban ocupando el norte de la península. Un estudio internacional, en el que participan investigadores de la UNED, desmonta esta hipótesis.
“No parece que estos últimos neandertales del centro y sur de Iberia llegaran a fechas tan recientes, hace en torno a 30.000 años, como suponíamos hasta estas nuevas dataciones”, asegura Jesús F. Jordá, investigador del departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED y uno de los autores del estudio que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
El equipo de científicos, formado por expertos de la Universidad de Oxford (Reino Unido), la Universidad Nacional de Australia, la UNED, la Universidad de la Laguna (Tenerife), el Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena (Córdoba) y el Museo Nacional de Historia Natural de París (Francia), ha empleado una nueva técnica para repetir los análisis realizados en los yacimientos de Jarama VI (Guadalajara) y Zafarraya (Málaga), consideradas hasta ahora como unas de las últimas ‘moradas’ de los neandertales en la península.
Al método del radiocaborno usado hasta ahora, los investigadores han incorporado una descontaminación por ultrafiltración para purificar el colágeno obtenido de muestras de huesos y han empleado la técnica AMS, que necesita una mínima cantidad de muestra, para su posterior datación.
Utilizando esta nueva metodología, los científicos aseguran que la ocupación neandertal de los dos yacimientos no es tan reciente como se pensaba, y se sitúa hace alrededor de 45.000 años.

“Usar solo el radiocarbono tiene el problema de que no te permite llegar más allá de 50.000 años”, explica Jordá. Otro inconveniente es la contaminación, ya que cuanto más antiguas son las muestras, más residuos acumulan y si éstos no se eliminan perfectamente, las fechas obtenidas son incorrectas.

Reescribiendo los libros de Prehistoria

Los restos analizados han sido huesos localizados en los depósitos arqueológicos, asociados con los materiales líticos –hechos con piedra– del Paleolítico medio, que presentan evidencias de haber sido manipulados por humanos (como marcas de corte, estigmas de percusión o fracturas) para descartar así posibles huesos introducidos por carnívoros.
Aunque los investigadores muestrearon numerosos yacimientos del sur de Iberia, solo ha sido posible realizar la datación en Jarama VI y Zafarraya, puesto que el resto de muestras no contenían el colágeno suficiente para ser datadas.
Un único yacimiento, el de Cueva Antón (Murcia) sigue ofreciendo las fechas recientes que se postulaban hasta ahora, pero ni los restos tecnológicos encontrados son claramente realizados por neandertales, ni las muestras de carbones datadas tienen una perfecta asociación con los restos líticos.
A la vista de estos nuevos datos, en opinión de Jordá “habría que revisar los libros de Prehistoria”, sobre todo a medida que se vayan obteniendo nuevos resultados. “Aunque en estos momentos hay una controversia para cambiar la teoría vigente, el nuevo paradigma está teniendo una buena aceptación, a fuerza de presentar datos que indican la no coexistencia en la Península Ibérica de neandertales y H.sapiens”, añade.
En cuanto a la posible coincidencia de ambos grupos en la zona cantábrica, el investigador de la UNED se muestra cauto. “Estamos sometiendo a nuevos análisis yacimientos como La Güelga (Asturias) para determinar si esa coexistencia tuvo lugar. Tendremos que esperar a los resultados para verificar o no esta hipótesis”, concluye el científico.

Referencia bibliográfica:

Rachel E. Wood, Cecilio Barroso-Ruíz, Miguel Caparrós, Jesús F. Jordá Pardo, Bertila Galván Santos y Thomas F. G. Higham. “Radiocarbon dating casts doubt on the late chronology of the Middle to Upper Palaeolithic transition in southern Iberia”, Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). 04 de febrero de 2013. DOI: 10.1073/pnas.1207656110

lunes, 4 de febrero de 2013

DESCUBREN ESPECIES DE PLANTAS VIVIENDO DENTRO DE CAVERNAS

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El suroeste de China, Myanmar (Birmania) y el norte de Vietnam contienen uno de los afloramientos expuestos de piedra caliza más antiguos del mundo. Dentro de esta área hay miles de cavernas y desfiladeros. Sólo recientemente los botánicos han comenzado a explorar estas cavernas en busca de plantas. Esta exploración está permitiendo hallar muchas especies nuevas para la ciencia, que sólo son conocidas en estos hábitats.


Alex Monro y Wei Yi-Gang en una de esas singulares cuevas con plantas. (Foto: Alex Monro. CC-BY 3.0)

Cuando el botánico Alex Monro, de los Jardines Reales Botánicos en Kew, Reino Unido, oyó a su colega Wei Yi-Gang, del Instituto Botánico de Guangxi en China, mencionarle por vez primera la existencia de plantas que vivían en cavernas, Monro pensó que estaba traduciendo mal una palabra del chino al inglés.

Cuando ambos botánicos se adentraron en su primera caverna, la Cueva de Yangzi, Monro, tal como él mismo confiesa, se sintió fascinado frente a la insólita realidad que se abrió ante sus ojos. Un terreno fantasmal, con cierto parecido a los paisajes lunares, pero lleno de asombrosas plantas de la familia de las ortigas creciendo con poquísima luz.
Estas plantas no crecen en oscuridad total, pero sí crecen con niveles de luz muy bajos (a veces, de sólo un 0,04 por ciento de la luz recibida a pleno sol).
El equipo de Monro y Yi-Gang ha estado recolectando plantas en este entorno de piedra caliza desde hace varios años y recientemente han hecho público su informe en el que describen meticulosamente tres nuevas especies, una de una cueva y otras dos de desfiladeros profundos.
Esa nueva especie adaptada a las cuevas fue hallada creciendo en dos cavernas de la provincia de Guangxi, en China.
Se cree que hay muchas más especies como ésta pendientes de ser identificadas y ser descritas científicamente.
En la investigación también trabajó C. J. Chen del Herbario Nacional Chino en Pekín.

domingo, 3 de febrero de 2013

DESCUBREN CÓMO UNA PLANTA REFUERZA SU RESISTENCIA A LA SEQUÍA

noticiasdelaciencia.com

Las plantas poseen diferentes tipos de fotorreceptores que “actúan como ojos” a través de los cuales “ven” las señales ambientales a fin de crecer y desarrollarse en forma adecuada. Un estudio realizado por científicos de Mendoza sugiere que el reforzamiento de uno de esos fotorreceptores – el fitocromo B- es esencial para aumentar la resistencia a las sequías.

A la derecha se pueden ver las plantas sin fitocromo B. (Fotos: Gentileza de Carina González)

“A través de los fotorreceptores las plantas pueden detectar la dirección, intensidad, duración y calidad de la luz”, explicó a la Agencia CyTA la autora principal del estudio, Carina González, ingeniera agrónoma y becaria doctoral de CONICET en el Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (Argentina). Se trata de una línea de investigación iniciada por el doctor Hernán Boccalandro, quien falleció trágicamente a fines del año 2011.
González, quien también se desempeña como docente de la Universidad Nacional de Cuyo, y sus colegas analizaron plantas mutantes de la especie Arabidopsis thaliana (muy usada como modelo de estudio en fisiología vegetal) que carecían de este fotorreceptor y descubrieron que se comportaban peor en situaciones de sequía. Es decir: las plantas que “sobreexpresan” o fabrican mayor cantidad de fitocromo B son más resistentes a la sequía, ya que la detectan más rápidamente y cierran con presteza los poros o “estomas” de las hojas a través de los cuales transpiran.
El trabajo fue publicado en la revista científica Plant, Cell & Environment. Y para poder hacer extensivo este resultado a otras especies vegetales, sería necesario hacer más estudios. “Pero sin lugar a dudas, este antecedente es un precedente muy importante sobre el rol de los fitocromos en la economía del agua de las plantas”, resaltó González.
Mendoza, donde trabaja la investigadora, es la provincia que posee la mayor superficie implantada con viñedos. Por lo tanto, “uno de nuestros objetivos a futuro es seguir estudiando respuestas reguladas por los fotorreceptores en vid que nos permitan dar un sustento teórico a prácticas culturales o desarrollar nuevas prácticas tendientes a mejorar el rendimiento y la calidad de las uvas”, destacó. (Fuente: Agencia CyTA-Instituto Leloir)

viernes, 1 de febrero de 2013

CÓMO CREAR VIDA MULTICELULAR EN 60 DÍAS

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La multicelularidad no es solo la unión desinteresada de células que no tienen nada mejor que hacer. Es el origen de la biodiversidad y de la complejidad de los millones de especies de la Tierra. Este salto evolutivo que tardó millones de años en suceder lo reprodujeron hace un año en un experimento de tan solo dos meses investigadores de la Universidad de Minnesota (EE UU).


Un equipo de estadounidenses diseñó un sencillo experimento donde volverse multicelular fuera una ventaja adaptativa. / H. Berends (derivada)


La unión coordinada entre células distintas aportó a la vida los beneficios del aumento de tamaño y la división del trabajo. Pero, como cualquier avance, también implicó nuevos retos como la cooperación, la comunicación y la necesidad de controlar el sistema. La existencia de la vida multicelular se rige por las leyes de un ‘comunismo’ biológico donde el interés del ‘pueblo’ está claramente por encima de las necesidades individuales. Si no es así, el invento no funciona.
El origen de los animales, el cómo se pasó de una célula a trillones de ellas bien avenidas, es un misterio aún sin resolver. Pero sí se sabe que a la naturaleza le costó millones de años originar la multicelularidad, y que científicos de la Universidad de Minnesota (EE UU) lo han conseguido en 60 días. Los resultados de este estudio, liderado por el investigador William C. Ratcliff, se publicaron en enero del pasado año en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
“Estábamos mi jefe, Michael Travisano, y yo tomando café en la oficina hablando de cuál sería el experimento más guay que podríamos hacer en el laboratorio –explica a SINC Ratcliff–. Decidimos que el origen de la vida era demasiado difícil, pero que hacer evolucionar un grupo de células hasta la multicelularidad podía ser factible”. Y se pusieron manos a la obra.


Codo a codo, mucho más que dos

El sujeto de estudio fue Saccharomyces cerevisiae (la levadura unicelular que se usa para la fermentación de la cerveza), y la presión evolutiva, la fuerza de la gravedad. El equipo de Travisano diseñó un sencillo experimento donde volverse multicelular fuera una ventaja adaptativa.
Los investigadores dejaron crecer las levaduras en un frasco con un caldo rico en nutrientes y en agitación. A las 24 horas detuvieron el movimiento. Las células que se habían organizado en grupos pesaban más y se hundían más rápidamente que el resto. Los científicos traspasaron las células del fondo del frasco a uno nuevo y las dejaron crecer 24 horas más. Este proceso lo repitieron 60 veces en 10 frascos distintos. A las pocas semanas Ratcliff se dio cuenta de que la mayoría de levaduras ya no crecía individualmente: habían evolucionado para formar uniones indivisibles.
“Este estudio me sorprendió porque es una aproximación completamente nueva”, explica por teléfono a SINC Iñaki Ruiz, investigador ICREA (siglas de Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats) del Instituto de Biología Evolutiva. “Se había logrado in silico, a través de ordenador, pero un experimento con el organismo en sí y en el laboratorio no se había hecho nunca. Es un estudio interesante y divertido”, se asombra el biólogo.

Sacrificios por el bien común

“Un grupo de células no tiene por qué ser un organismo multicelular –aclara Ratcliff–, pero cuando las partes cooperan, hacen sacrificios por el bien común y se adaptan a los cambios, entonces sí se puede considerar que es una transición hacia la multicelularidad”.

Y así sucede en este experimento. Las nuevas agrupaciones nacen por propágulos, “igual que muchas plantas”, puntualizan los científicos en su artículo. Una o varias células se liberan del grupo parental y forman otro individuo distinto. Para que esto ocurra, algunas han de morir y convertirse en un punto de rotura a partir del que se libera el nuevo organismo, y exactamente eso es lo que pasa: entran en apoptosis, que es como sutilmente se llama al suicidio en el mundo celular.
“La multicelularidad que hemos obtenido en este experimento no es tan compleja como la de un animal, donde una célula madre se puede convertir en una neurona o en una célula sanguínea –comenta Ratcliff–. Pero desde un punto de vista evolutivo es muy similar, porque las células apoptóticas sacrifican su reproducción por el bien del grupo”.
Según Iñaki Ruiz la apoptosis es uno de los puntos clave de este estudio: “Se tiene que investigar si el suicidio celular es causa o consecuencia de la rotura”, comenta. Efectivamente el equipo de Minnesota se planteó en su momento que, o bien las células que morían se convertían en un punto frágil del organismo y el sitio ideal para que el propágulo se separara, o bien la separación del fragmento provocaba la muerte celular.
Para saber qué sucedía en realidad, los científicos rompieron mecánicamente los grupos y observaron la viabilidad celular. “No detectamos mortalidad en las zonas de rotura, por lo que estamos completamente seguros de que la apoptosis es la causa de la separación, y no al revés”, asegura Ratcliff.

Conflictos de intereses

Según Aurora Nedelcu, investigadora de New Brunswick (Canadá) y experta mundial en apoptosis, este es un proceso necesario para el desarrollo de la multicelularidad. “Las dos principales razones de ser del suicidio celular son eliminar células dañadas o con mutaciones y células superfluas durante el desarrollo embrionario –explica a SINC–. Las personas que nacen con dedos de más es porque tienen defectos en la apoptosis”.

La cooperación entre células supone un gran conflicto de interés. Una célula que engañe al resto y obtenga de ello una ventaja evolutiva será seleccionada por encima de las demás, y los genes que determinan ese comportamiento se propagarán.
Los seres multicelulares tienen que tener un estricto control genético para que haya las mínimas células que engañen porque, cuando eso sucede, como pasa por ejemplo durante un cáncer, el organismo puede morir. “Nuestro modelo de levaduras puede servir para saber por qué una célula se sacrifica por las demás y entra en apoptosis o se aprovecha del resto y acaba generando un cáncer”, explica a SINC Michel Travisano, coordinador del trabajo.
Este conflicto de interés es menor si las células tienen un origen común. “Un grupo formado por células genéticamente parecidas cooperará más fácilmente que si está constituido por células sin ningún parentesco”, señala Iñaki Ruiz.
El origen de la diversidad de los metazoos (animales) reside en esta opción, “en que cuando una célula se divide en dos, estas se mantienen unidas, no en la agregación de dos células distintas”, afirma el experto catalán. En el trabajo de Ratcliff, los investigadores analizaron los agregados y demostraron que las células no se unían al tuntún, sino que se mantenían juntas tras la división celular.

Rebuscando entre los genes

Pero si realmente la multicelularidad es tan complicada y se compara en importancia al origen de la vida o la aparición de la célula eucariota, ¿cómo es posible obtenerla en un laboratorio y en un período de tiempo de semanas?
“Seguramente estamos ante una diferenciación celular muy simple, de dos o tres tipos celulares, y eso ha sucedido una veintena de veces a lo largo de la historia de la vida –responde Ruiz–. La multicelularidad compleja ya es otra cosa”. Un ejemplo de esta complejidad que comenta Ruiz son los más de 200 tipos de células que forman el cuerpo humano.
“El siguiente paso en esta investigación es el análisis de qué mecanismos y qué genes han sido necesarios para generar cada una de las líneas multicelulares obtenidas en el laboratorio”, explica Travisano. A día de hoy, las técnicas genómicas son las de referencia en el estudio del origen de la multicelularidad.

En España, el proyecto MultiCellGenome liderado por Iñaki Ruiz investiga las causas genéticas de este gran salto evolutivo que permitió la formación de órganos y de toda la diversidad animal. En su estudio compara los genomas de organismos multicelulares con sus parientes unicelulares más cercanos para saber qué genes fueron los responsables del gran cambio.
“Hemos encontrado diferencias genéticas muy importantes, pero, curiosamente, también hay genes fundamentales para la multicelularidad que ya existen en organismos unicelulares –señala Ruiz–, por ejemplo, algunos implicados en la adhesión entre las células”.

La clave está en un simbionte del caracol

La estrella de esta investigación es Capsaspora, un ser unicelular parecido a una ameba con tentáculos que vive en la sangre de los caracoles tropicales. Este organismo es tan sencillo que no goza de desarrollo embrionario pero, en cambio, sí tiene genes relacionados con él. “La explicación que nosotros proponemos es la ‘coevolución’: genes que ya existen en el organismo unicelular y se mantienen en la multicelularidad con un cambio de función”, avanza Ruiz.
El futuro del proyecto MultiCellGenome es seguir comparando y analizando genomas para desentrañar el verdadero árbol filogenético de todos los animales. Ruiz y su equipo aspiran a entender los mecanismos genéticos y moleculares que permitieron uno de los mayores logros evolutivos de la historia de la vida en la Tierra.
Mientras tanto, en Minnesota también continúa la investigación. “Tenemos un montón de resultados nuevos que todavía no puedo contar porque no están publicados”, se disculpa Ratcliff por correo electrónico. Lo que sí puede avanzar es que cada vez conocen mejor las bases genéticas de los organismos que han obtenido y que sus siguientes objetivos son, a través de este experimento, investigar el envejecimiento y los beneficios evolutivos del sexo en la evolución de los animales.

Ciertas reservas

El artículo de Ratcliff y su equipo provocó distintas reacciones, tanto de asombro y admiración como de crítica sobre su interpretación de los resultados. Michael Eisen, genetista e investigador de la Universidad de California en Berkeley (EE UU) ha explicado a SINC sus reservas sobre la investigación. “Es un estudio bonito, pero no tan sorprendente como claman los autores –explica por correo electrónico–. En realidad no han descubierto nada que no se hubiera descrito antes, lo único realmente diferente ha sido llamarlo multicelularidad primitiva”.
Eisen opina que el Saccharomyces cerevisae puede considerarse un buen modelo para estudiar la multicelularidad porque, como esta ha surgido varias veces a lo largo de la evolución, “es probable que empezara con alguna formación del tipo de los agregados de este estudio”. Sin embargo, según el científico, “el hecho que sea tan fácil generar estos clusters sugiere que los acontecimientos realmente importantes en la aparición de formas de vida multicelulares permanentes, como plantas, hongos y animales, hayan sucedido en fases más tardías del proceso”.
Ante los comentarios de Eisen, Michael Travisiano, coordinador del esudio, afirma a SINC que, efectivamente “la gran diversificación de los seres multicelulares evolucionó después de los clusters, pero estos sí son el primer paso en esta diversificación”.
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Referencia bibliográfica
Ratcliff W.C., Ford Denison R., Borrello M., Travisano M. “Experimental evolution of multicellularity”. PNAS. DOI: 10. 1073/pnas.1115323109/-/DCSupplemental.